martes, 18 de enero de 2011

Navidades y Año Nuevo


Estas Navidades han sido mágicas, sin duda las mejores de nuestras vidas. He vuelto a vivir a través de sus ojos la ilusión de los sueños y la inocencia pura. El día de nochebuena fue súper especial. Estaban muy nerviosos, me ayudaban a todo para preparar la casa mientras cantábamos villancicos y tocábamos las panderetas. Después llegaron los abuelos y los titos y no os podéis ni imaginar lo excitados que estaban. La mejor parte fue cuando llego la hora de la visita de Papa Noel (mi padre disfrazado). Desde el ventanal del salón le gritaban ¡Papa Noel, te queremos! Después se encontraron todo lleno de juguetes, sus caritas eran impresionantes y sus ojitos brillaban como una estrella. El día de año nuevo dimos las gracias al 2010 por habernos convertido por fin en familia y estar juntos para siempre. Ha sido sin duda el año que nos ha cambiado las vidas. Nos vimos por primera vez los cuatro el dos de Marzo y emprendimos por fin la vida juntos. Empezó la verdadera aventura.

El día de la cabalgata fue genial, Simón estaba súper nervioso porque decía que llegábamos tarde y se iban a ir. Le decía a su padre: ¡Corre, corre! Después nos los subimos a los hombros y a ver a los reyes los cuatro, mientras cogíamos caramelos y le explicábamos quienes eran los reyes y todo lo que en la cabalgata salía. Después cenaron y le pusieron leche, mantecados y agua para los camellos antes de acostarse.

El día 2 de Enero fueron bautizados, fue una ceremonia preciosa, muy intima y yo les leí unas palabras que escribí para ellos. Fue muy emotivo ver a mi hija mirando y riéndome mientras yo la miraba y le hablaba. Estaba feliz.

Ahora con estos días de buen tiempo aprovechamos para hacer excursiones a la sierra e ir a la playa a coger fuerzas. Todavía no han operado a Simón. Estamos esperando a que nos llamen. Yo no lo estoy llevando al cole. Prefiero no arriesgarme a que se vuelva a enfermar y se vuelva a retrasar todo. Estamos toda la mañana solos y nos lo pasamos genial. No quiere ni oír hablar del cole, el siempre dice: "al cole no, con mama" y esta todo el día dándome unos besazos que me derrito. Claro, luego por la tarde Vika se pone celosilla y tengo que mimarla un poquito para que no se enfade. Me tienen loca, su padre y yo cada día los queremos más y más